El calzado ergonómico es un tipo de zapato diseñado para imitar la sensación de andar descalzo. Su diseño es amplio en la parte delantera para permitir que los dedos se expandan de manera natural y suele tener características como una suela fina, flexible y sin amortiguación. Además, es un calzado de drop cero, es decir, no existe diferencia de altura entre talón y punta.
Seguro tenés algunas dudas sobre como funciona y qué características tiene este tipo de calzado:
Al proporcionar una mayor movilidad a los deditos, se activan y se fortalecen los músculos del pie. Además aumenta la propiocepción, fomenta una pisada natural y cambia la alineación corporal al proporcionar una distribución del peso más uniforme entre antepié y talón. ¿No está mal, verdad?
Los expertos en salud podal nos aseguran que aunque el calzado ergonómico ofrece beneficios, no es ideal para todos. Hay factores como pies planos o con condiciones como la fascitis plantar, con las que aconsejan consultar primero a profesiones. En definitiva, cada pie tiene necesidades específicas que deben evaluarse. Ante la duda, consulta con un especialista.
Puede usarse a cualquier edad, de hecho es beneficioso para los pies de los más peques ya que respeta y fomenta un desarrollo natural de sus pies, favoreciendo el equilibrio y ayudando a desarrollar correctamente su propiocepción.